jueves, octubre 27, 2011

Es el ladrillo, estúpido


La quiebra de la deuda Griega ya ha llegado: 50% de pérdida para el que había prestado a este país, pensando que los países no quiebran nunca, cuando la historia está llena de quiebras de este tipo.

Ya hace días que la quiebra ordenada de la deuda griega estaba acordada. Lo que había que acabar de arreglar es el agujero que este impago deja en algunos bancos (especialmente en los griegos), que tocados por otros temas, esto supone ya agua sobre mojado.

Y este es el problema auténtico. ¿Cuánta deuda griega tiene la banca española? Pues casi nada. Entonces, ¿por qué la banca española se ha de recapitalizar para tapar unas pérdidas inexistentes?

Pues la razón es el ladrillo. Y para la banca europea son las subprime. Los agujeros de la banca española no están ocasionados por la deuda griega. Son agujeros de la burbuja inmobiliaria (agujero que no está cerrado).

Por eso se obliga a la banca española a recapitalizarse (aunque alguno ha hecho ya números y parece ser que hará falta muy poco capital - véase lo que dice el Santander) aprovechando la coyuntura y disfrazándola de problema griego. Vidal-Foch nos da más información sobre este cuento chino que nos quieren colar.

La banca española ya hace días que sabía que le podía caer esta orden de recapitalización. Y una forma de evitarlo era deshaciéndose de activos y/o no dando crédito (elemental querido Watson, si el negocio baja, no hace falta capital). Esta forma de actuar la van a prohibir, pero cuando la prohíba la UE los listillos bancos españoles ya habrán hecho la faena (véase el BBVA). Eso sí, a cambio de dejar la economía sin crédito y agravando la crisis. A la empresa española que le den.

La UE ha parcheado una vez más el problema. No lo resolverá definitivamente hasta que emita bonos, facilitando que la Brunete mediática anglosajona continúe la batalla anti euro. Paga bien esta gente e incluso Krugman ya para la mano y se presta a afirmar que el Euro tiene los días contados. Sueñan con derribar la moneda europea.

Esta crisis surge de EE.UU. y de la Banca Norteamericana y no les servirá de nada seguir despistando con lo griego, que parece que este sea el origen de la crisis, cuando todos sabemos de donde salió el problema y donde sigue estando. Los desequilibrios fiscal (mayores gastos del estado que ingresos) y comercial (mayores compras al exterior que ventas) de EE.UU. son el auténtico problema planetario al que no se pone solución.

Después de tres años de crisis, el problema sigue en el mismo sitio: una banca infectada de activos basura que no valen nada. Vimos este verano que las pruebas de estrés situaban al banco belga Dexia entre los primeros en cuanto a fortaleza. Pues bien, Dexia, pocos meses después ha necesitado la ayuda estatal, y los griegos no habían impagado nada. Y es que el problema es otro.

Recomiendo leer con pausa y tranquilidad el informe del GEAB de octubre en que da por descontado un nuevo ajuste bancario a nivel mundial (reducción de personal, beneficios y número de entidades). Y es que las pérdidas que encubre la banca (y que siguen creciendo) están ahí y llevarán a nuevas crisis bancarias.

Lo dicho, el problema ya no es Grecia. Pero a los griegos nadie les devolverá lo que les han quitado y les seguirán quitando. Un país destrozado a unos niveles increíbles y ya colonizado por Alemania. ¿Nos llevará el PP al nivel griego?

Preparémonos en España, ya que los ilustrados y austeros alemanes nos recomiendan nuevas sesiones de ajuste para garantizar que no haya quita de la deuda española: "Bruselas conmina a España a aplicar "estrictamente" los compromisos de recorte del déficit -hasta el 6% del PIB este año-, y pone el acento en el control de las comunidades autónomas. Y tras las reformas de las pensiones, el mercado de trabajo, el recorte de sueldo de los funcionarios y demás medidas tomadas por el Ejecutivo, pide más acciones necesarias para aumentar el crecimiento y reducir los niveles de paro inaceptablemente altos. Eso debería incluir cambios en el mercado laboral para introducir más flexibilidad, y otras reformas para incrementar la competitividad, en especial en el sector servicios, en lo que parece una carta dirigida al Gobierno que saldrá de las elecciones del 20 de noviembre".

Vamos aviados, amigos.

miércoles, octubre 26, 2011

¿Puede ser elegido un partido que no cumpla las expectativas del electorado?

Una buena pregunta, porque parece algo imposible y sin embargo es algo que probablemente nos pasará pronto. ¿Y cómo puede ser que esto pueda ocurrir?

Basta leer este post en el excelente blog de Mark de Zabaleta para entenderlo, pero hago un resumen del artículo.

Ya en 1785, Condorcet publicó el “Ensayo sobre la aplicación del análisis a la probabilidad de las decisiones sometidas a la pluralidad de voces”. En esta obra, explora la paradoja de Condorcet, que describe como las decisiones adoptadas por una mayoría popular siguiendo un modelo de escrutinio pueden ser incoherentes con respecto a las que adoptaría un individuo racional. Y planteó un ejemplo sencillo:

Considemos por ejemplo una asamblea de 60 votantes que deben elegir entre tres propuestas a, b y c. Las preferencias se manifiestan de este modo (entendiendo que a > b representa el hecho de que se prefiere a a b):

23 votantes prefieren: a > c > b
19 votantes prefieren: b > c > a
16 votantes prefieren: c > b > a
2 votantes prefieren: c > a > b

En un proceso de voto pluralista, a gana con 23 votos, sobre b con 19 votos y sobre c con 18, por lo que a > b > c.

Sin embargo, en las comparaciones por pares obtenemos:

35 prefieren b > a contra 25 para a > b
41 prefieren c > b contra 19 para b > c
37 prefieren c > a contra 23 para a > c

Lo que nos lleva a la preferencia mayoritaria c > b > a, exactamente contraria a la elección pluralista.

Hay que señalar que contrariamente a la creencia común, esta paradoja sólo cuestiona la coherencia de determinados sistemas de votación, no la de la propia democracia.

Pero aún hay más: el teorema de imposibilidad de Arrow, también llamado la paradoja de Arrow (fue premio Nobel de Economía en 1972, junto con el británico Sir John R. Hicks, por sus teorías sobre el equilibrio general económico y el bienestar), e irónicamente, denominado también el teorema de la imposibilidad de la democracia.

Este teorema demuestra que no es posible diseñar reglas para la toma de decisiones sociales o políticas que obedezcan a un cierto conjunto de criterios «razonables».

Una sociedad necesita acordar un orden de preferencia entre diferentes opciones.

Cada individuo en la sociedad tiene su propio orden de preferencia personal. El problema es encontrar un mecanismo general (una función de selección social) que transforme el conjunto de los órdenes de preferencia individuales en un orden de preferencia para toda la sociedad.

La Paradoja de Arrow (o Teorema de imposibilidad) establece que cuando se tienen tres o más alternativas para que un cierto número de personas voten por ellas, no es posible diseñar un sistema de votación que permita generalizar las preferencias de los individuos hacia una preferencia global de la comunidad.

Realmente, ¿nos representan?


Josep Ramoneda nos recuerda en su último artículo que, con proverbial dedicación, los poderes neoliberales en la sombra están determinados a que al final creamos tres afirmaciones que son falsas:

1. “Se ha impuesto una lectura economicista de la crisis, que no reconoce errores personales y que parte del interesado e infamante principio de que todos vivimos por encima de nuestras posibilidades. Culpar a todos para que nadie sea responsable”.

2. Creer que los mercados son perfectos y racionales. ”La presunta racionalidad de los mercados es una fuente de error y de ignorancia porque olvida la complejidad de la economía humana del deseo y deja de lado los componentes culturales y morales, que también existen. Por eso es nihilista esta crisis. Hay un doble error en esta idea: creer que los actores económicos se comportan racionalmente y creer que lo racional es optimizar el máximo interés en beneficio estrictamente propio”.

3. La culpa es de los políticos. “Desprestigio sistemático de la política ha sido el complemento ideológico para el saqueo de la sociedad que, ahora sí, pagamos todos… hay que defender la política para sostener la democracia, porque cuando los políticos reportan a los mercados y no a los ciudadanos, algo falla… política democrática o caos, esta es la disyuntiva".

Me voy a centrar en este último punto, ya que evidentemente el tema es complicado. Si los que gobiernan decidieron intentar solucionar la crisis con medidas de corte neoliberal y no solucionaron nada (empeoró todo), uno no acaba de entender que en breve nos vaya a gobernar un partido que aún empeorará más las cosas para los trabajadores.

¿Puede falsear la democracia con su sistema electoral las expectativas reales de la gente? Este es un tema muy interesante sobre el que voy a escribir otro artículo, ya que la respuesta es afirmativa, es decir, puede salir elegido mayoritariamente un partido que no cumpla las expectativas del electorado.

Vengo ya escribiendo hace días sobre este aspecto, ya que en Catalunya hemos pasado la prueba del algodón. Gobierna CiU, y meses después el electorado puede comprobar que los tres pilares en que se basó la campaña de este partido han sido (una vez más) auténticas falsedades.

Las tres mentiras son:

1. Pacto fiscal
2. Lucha por la independencia.
3. Crear empleo.

De la última ya no voy decir nada. Ya se ha escrito bastante sobre como las políticas de recortes de CiU han destruido empleo a mansalva en la Educación y la Sanidad Públicas. Lo increíble es como mantienen la mentira en los medios que controlan afirmando continuamente que están haciendo políticas para crear empleo, cuando los hechos demuestran lo contrario.

Sobre el segundo punto, silencio sepulcral. Como CiU necesita al PP para gobernar, este partido ha impuesto su ley y el tema está archivado hasta nuevo aviso. En cuanto haga falta sacarán la bandera independentista y se pondrán al frente de no se sabe qué ni para qué. Una mentira continuada desde las primeras elecciones democráticas y que sorprendentemente algunos catalanes independentistas aún compran.

Eso sí, se publican encuestas en que se afirma que crecen los adeptos al independentismo, pero ellos no darán un paso. Se trata de estar vendiendo siempre la moto, ya que venderla acabaría con el negocio.

Y finalmente el primer punto. Este lo siguen vendiendo y lo venden bien, ya que también se puede estar ofreciéndolo de por vida (como el independentismo). Se trataría de homologar a Catalunya con El País Vasco y Navarra a efectos fiscales.

Lo bueno es que este tema tendrán que negociarlo con el PP, quien gobernará en Madrid, y ya sabemos que CiU está en manos del PP, pero es que además el tema huele a inconstitucional, como muy bien han explicado entendidos en el tema. Puro humo capta-votos.

Yo creo que muchos de los trabajadores que apoyaron a CiU en las elecciones autonómicas abrirán los ojos y se darán cuenta de que están ante un partido de derecha neoliberal pura y dura. Unos artistas en vender una vez y otra los mismos productos.

Y por sí alguien tiene dudas sobre lo de derecha neoliberal dura y pura, aquí tenemos lo que opina hoy el Conseller de Sanidad sobre la Sanidad Pública: "la salud es un bien privado que no depende del Estado". Ni la educación, claro, ni los derechos del trabajador, ni… nada. Liquidando la socialdemocracia, liquidando el Estado y encima con nuestros votos.

A veces cuesta mucho defender “la política para sostener la democracia” con políticos de esta calaña.

martes, octubre 25, 2011

La maleta mejicana


Más de tres años han necesitado los depositarios de la maleta mejicana, para traerla a Barcelona. Finalmente este octubre hemos tenido la posibilidad de verla al fin y nada más abrir las puertas allí estaba yo para disfrutar de este hallazgo increíble, esa maleta perdida durante setenta años que contenían las famosas imágenes de tres fotograf@s: Robert Capa, Chim (David Seymour) y Gerda Taro (que murió en Brunete, atropellada por un tanque).

La mayor parte de los rollos que contienen las dos cajas (más un sobre) corresponden a la Guerra Civil española, aunque algunos rollos contienen retratos tomados en París por Fred Stein –amigo y también inmigrante- justo antes del estallido de esta. También había en la maleta dos rollos tirados por Capa en Bruselas en mayo de 1939.

Lo que ahora se exhibe -4.500 fotos; una muestra exigente para el visitante por la cantidad de piezas- no solo contiene material inédito de la Guerra Civil, imágenes sorprendentes y muchas sorpresas más, sino que constituye una especie de clase magistral sobre como Capa, Taro y Chim, se inventaron el fotoperiodismo de guerra -un género que nace en aquellos momentos gracias, básicamente, al desarrollo tecnológico- improvisando mientras cubrían el conflicto.

La exposición estará abierta hasta el 15 de enero del 2012 y se halla en el MNAC.

A la muestra, dentro de su enorme interés, hay que ponerle algunos reparos. El primero es que el orden de los negativos no es cronológico, ni tampoco según autor. Un poco liosa la exposición.

El segundo es que hay pocas fotos ampliadas. La mayoría son miniaturas agrupadas en una sola hoja.

Y además, entre las fotos sin ampliar expuestas en la pared y el visitante, se exponen unas vitrinas con documentos y revistas, que impiden acercarse a las fotos. Muy mal.

Las vitrinas nos muestran revistas (la francesa Regards principalmente) en las que aparecen las fotos enviadas por estos fotógrafos y que siendo evidente su existencia al ser publicadas, habían desaparecido. Ahora podemos ver los originales.

Naturalmente, dentro de tanta fotografía, hay mucha repetición. Se disparaba hasta conseguir la foto que se quería. Hoy en día con lo digital, aún se dispara muchísimo más.

La muestra incluye una película del fotográfo H. Cartier-Bresson con imágenes de la guerra civil española y que fue utilizada para captar fondos en EE.UU. para la causa republicana. Capa colaboró es este film.

Hay audioguía incluida en el precio de la entrada.

Visita obligada para los amantes de la fotografía y de nuestra historia tan próxima.

Leer El País

Leer La Vanguardia

Iberarte

Algunas de las fotos.
La primera es muy famosa: una madre dando el pecho a un bebé mientras asiste a un mitin. La foto fue manipulada y utilizada haciendo creer que su vista se dirigía hacia arriba mirando unos aviones que los bombardeaban.
La penúltima es de Taro y Capa en París, foto tomada por F. Stein.
En la segunda podemos ver a Hemingway fumando. La tercera es de un batallón español de refugiados llegando a las playas francesas de Argéles. En la última podemos ver en la muestra las credenciales de periodista de guerra de Capa (ampliadas como mural).

lunes, octubre 24, 2011

MARGIN CALL


Empiezan ya a llegar películas sobre la crisis económica que nos invade. Primero han sido documentales, intentando explicar el origen del problema, como Inside Job, pero ahora tenemos la primera película de ficción que nos describe facetas del inicio de la crisis.

Margin Call es un relato coral, apoyado en un sólido guión y un reparto extraordinario, algo necesario en una película centrada en un grupo de lobos de un banco o holding de inversión, que cuando ven que las pérdidas en sus inversiones, terriblemente apalancadas, superan o superarán el capital del banco (o del fondo de inversión, no lo tengo claro) y por lo tanto están en quiebra, deciden sacarse de encima en pocas horas toda la "porquería" (billones) pasándoles el muerto a otros inversores, antes de que descubran el pastel, con las consecuencias (morales y económicas) que se derivan de todo ello.

Supervivencia ante todo, sálvese el que pueda, y al final el dinero es lo importante, que es el mensaje que transmite la película. Un film crudo y crítico con el sistema capitalista, pero que en mi opinión se queda muy corto ya que al final parece justificar a todos los personajes, desde el cerebrito analista principiante (paradójico que el único que sabe entender inicialmente lo que pasa sea el mindundi) que descubre el pastel, hasta el propietario del holding (Jeremy Irons, que está insuperable en su papel).

Los personajes se sienten ante una disyuntiva muy similar: sabiendo que actúan contra sus conciencias, poco pueden hacer y, además, tienen claro que ocurrirá en cualquier caso –los despidos masivos ya estaban en marcha–, pero originado por otras corporaciones, les excusa casi por completo. Morir matando parece ser la consigna y, ante la imposible supervivencia, se puede entender que decidan suicidarse laboralmente hablando: el precio que pagan es excelente. ¿Qué habríamos hecho nosotros en tal situación?

Un poco simplista pensar que la crisis se inició porque un banco o fondo decidió sacarse las subprimes de encima a cualquier precio iniciando una “mascletá” sublimé en los mercados y ya sabemos que de aquellos barros estos lodos. El problema no fue puntual, fueron muchos.

El título de margin call tiene el siguiente origen:

Cuando se está invertido en derivados, sólo es necesario depositar el importe de las garantías. Pero si tus pérdidas dejan tu depósito por debajo del margen requerido para cubrir las posiciones abiertas tu broker te hará una llamada de margen y cerrará todas tu operaciones si no aportas dinero suficiente para restaurar las garantías. De no ser así, como tus operaciones en esos momentos suman unas pérdidas importantes que se han comido la garantía, se procede al cierre de las operaciones como medida de seguridad del broker para evitar que acabes con saldo negativo y se evita que nadie acabe debiéndole dinero a nadie....

Esta es la situación en la película: están perdiendo y las pérdidas superan las garantías. Hay que poner un dinero que no se tiene. Lo que se decide en este caso es sacarse de encima la inversión (muy enorme), asumiendo pérdidas, pero evitando la quiebra del holding o del banco.

Hemos visto como en esta crisis muchos bancos de inversión desaparecieron del mapa, a consecuencia de su excesivo apalancamiento. Cuando las pérdidas se produjeron éstas superaron el capital del banco.

Recomiendo verla.

Y una buena crítica, la de Boyero en El País: El pragmatismo del tiburón.

Opiniones sobre el 15-M


Escribe Bastenier en un artículo reciente, en el cual compara el 15-M con el Mayo del 68, que “el movimiento que comenzó en la Puerta del Sol, hasta ahora la única exportación española verdaderamente internacional del siglo XXI, tiene como gran protagonista a una masa tan deliberadamente anónima como despersonalizado es su enemigo: el capitalismo financiero, los bancos y sus hipotecas, los gobernantes que desoyen la opinión, la insuficiencia democrática que no da para un empleo digno; lo más antropomórfico en ese eje del mal es la muralla de Wall Street.

Estamos por ello ante un movimiento de okupas universales que no propone ninguna revolución, sino la domesticación sin escapatoria posible del capitalismo. No sabemos si ha opinado Francis Fukuyama, el biógrafo del fin de la historia, pero seguramente debería estar satisfecho cuando menos por el hecho de que tanta ira acumulada se exprese hoy de forma tan poco ideologizada”.

Contemplamos todos (menos los que obtienen beneficios con la crisis) con ilusión el movimiento 15-M esperando que algo y alguien detenga este gigantesco deterioro económico, social y político, ya que los políticos no solo no están haciendo absolutamente nada por evitarlo, sino todo lo contrario, tomando medidas que ahondan el problema. Pero al mismo tiempo nos entran dudas sobre si este movimiento acabará consiguiendo cambiar la deriva en la que nos hallamos.

El País ha entrevistado al conocido filósofo y sociólogo Zigmunt Bauman, preguntándole por su opinión sobre el movimiento de los indignados.

Bauman hace una serie de observaciones, que muestran profundas dudas sobre el movimiento y que hacen reflexionar sobre este tema. ¿Podrán estas grandes manifestaciones masivas, pacíficas y tan heterogéneas, combatir los excesos de los mercados, promover democracias reales, reducir las injusticias y mejorar el capitalismo globalizador?

He aquí resumidas las observaciones de Bauman sobre el 15-M:

1) El origen de todos los graves problemas de la crisis actual tiene su principal causa en "la disociación entre las escalas de la economía y de la política". Las fuerzas económicas son globales y los poderes políticos, nacionales. Esta descompensación que arrasa las leyes y referencias locales convierte la creciente globalización en una fuerza nefasta. De ahí, efectivamente, que los políticos aparezcan como marionetas o como incompetentes, cuando no corruptos.

2) El movimiento del 15-M trataría de suplir la falta de globalización de la política mediante la oposición popular. El efecto que puede esperarse de este movimiento es "allanar el terreno para la construcción, más tarde, de otra clase de organización". Ni un paso más.

3) Este movimiento es emocional y, en su parecer, "si la emoción es apta para destruir resulta especialmente inepta para construir nada. Las gentes de cualquier clase y condición se reúnen en las plazas y gritan los mismos eslóganes. Todos están de acuerdo en lo que rechazan, pero se recibirían 100 respuestas diferentes si se les interrogara por lo que desean".

4) Falta pensamiento, sobra emoción. Las redes sociales permiten enormes concentraciones en muy poco tiempo. El alboroto de la emoción colectiva reproduce el espectáculo de un carnaval que acaba en sí mismo, sin consecuencia. "Durante el carnaval todo está permitido pero terminado el carnaval vuelve la normativa de antes". De igual manera que se concentran y actúan con velocidad, muy poco después se detienen.

5) El movimiento no acepta líderes, ya que tanto su potencia como su gozo es la horizontalidad, sentirse juntos e iguales, lo que, en importante medida, les niega el superindividualismo actual. La superindividualidad "crea miedos, desvalimientos, una capacidad empobrecida para hacer frente a las adversidades". ¿Puede funcionar un movimiento de este tipo sin líderes?

Visión negativa, pues, la de Bauman sobre el 15-M.

Pero tenemos otras opiniones positivas, como la de Joan Subirats, quien nos explica que “empieza a estar meridianamente claro que lo que se ha roto de manera definitiva es la capacidad de los poderes públicos, de los Estados, para regular, ordenar y controlar la actividad financiera a escala mundial. Y no solo eso. También está claro que los errores, la codicia y la inmoralidad de unos pocos acaban teniendo que ser alimentadas y consentidas por el dinero y los votos de la inmensa mayoría”.

“Como bien expresa el movimiento Ocupad Wall Street, "queremos unas políticas que sirvan para el 99% de la población y no para que estén al servicio del 1% más rico y poderoso". Y eso, a diferencia de antes, no tiene por qué implicar más Estado o más subsidios, sino otra forma de entender lo público, lo colectivo, lo común”.

El conflicto ha sido y es económico y social, pero ahora es también un conflicto político. La crisis de la representación es global. La dinámica presente en las acciones que se suceden en todo el mundo de no generar liderazgos representativos de las acciones, pone de relieve la pretensión de buscar nuevas formas de organización y de acción democrática, más horizontales, más colectivas, conectadas a lo vital y emocional. Empieza a estar en juego una idea de lo común que quiere distinguirse con claridad de lo mercantil y de lo estatal.

El proceso de cambio va ser largo y complejo, pero parece imparable. No es un tema de vanguardias. Requiere asumir que las cosas no pueden seguir así y que no hay vuelta atrás… y la dimensión global del problema empieza a tomar cuerpo.”

La Deuda y los números de Niño Becerra


El catedrático Niño Becerra muestra en este artículo de forma muy clara las cifras de la Deuda, y deja en evidencia de forma palmaria que el grueso del problema está en la deuda privada y no en la pública.

Los dos billones que deben los PIIGS se reparten del modo siguiente: el 19,6% corresponde a la deuda pública, el 20,9% a la deuda de entidades financieras y el 59,5% al resto de deuda privada, resto del que, por otras informaciones, la deuda de las empresas se lleva la mayor parte. Es decir eso de que “la culpa es de la deuda pública” se demuestra un absoluto y completo mito.

Según Niño Becerra la cosa es mucho más grave de los que hasta ahora nos han contado: “Si el gran deudor fuese el Sector Público, tijeras-hacha-podadora al gasto público y punto final, y si tienen que cerrar hospitales y todas las carreteras han de ser de peaje, pues que la gente se aguante, con hacer un pacto de sangre entre los políticos y sacar al ejército a la calle a que se cargue al que proteste se acabó el problema, y el Tribunal de Derechos Humanos que se vaya al cine; pero resulta que los endeudados son fundamentalmente las empresas y las entidades financieras y las familias: lo micro, lo-que-hace-que-no-se-pare-la-máquina, lo que mantiene viva la llama, y es aquí donde se ha agotado la capacidad de endeudamiento, por lo que, teniendo en cuenta que el consumo-de-todo es el motor de nuestro modelo (aún lo es) el problemón que tenemos es mayúsculo. Ya, ya: por eso esta es una crisis sistémica.

Y aprovecho para recordar que hace unos días Trichet afirmó lo mismo, es decir, que esta es una crisis sistémica, (sí, sí, el mismísimo Trichet) que como ahora se jubila ya no quiere quedar como un tonto cuando la crisis actual se vea con perspectiva de aquí unos años, y muestre lo evidente, es decir, que la raíz de esta crisis no están en los bonus de los banqueros, ni en las agencias de rating, ni en que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, ni en todas estas cosas que nos venden, etc. sino que existe un problema de raíz mucho mayor que está en el origen de los problemas que padecemos y que hasta que no se solucionen los desequilibrios económicos que están en su origen, la crisis no tendrá arreglo.

Aconsejo ver estas cifras detenidamente, para tener claro quién debe a quién.

Ojo, el gráfico adjunto únicamente muestra la deuda pública al cierre del 2010.

jueves, octubre 20, 2011

Polemizando sobre la ascensión al Aneto


Como suele pasar en las ocasiones en que ocurren cosas desagradables en la montaña (pocas, por suerte) y uno expone a través de este modesto medio que es mi blog los hechos que me afectan y que a veces me violentan, rápidamente aparecen comentarios con puntos de vista diferentes, casi siempre respetables.

Cabía esperar que en el post de mi ascensión al Aneto apareciese algún comentario justificando la actitud del guía y de todos los guías que actúen así en ocasiones semejantes. Como la opinión es muy respetable la he publicado, pero también quiero exponer la mía al respecto.

En primer lugar, quiero indicar (por si no ha quedado claro en el artículo) que llevo un aparato que me permite ir conectado vía satélite al 112. Por lo tanto,
ningún guía me ha de socorrer, porque me llegará más rápido el salvamento utilizando mis propios medios que si alguien baja a avisar, suponiendo que no haya cobertura telefónica, ya que entonces aún es más fácil todo. Estoy federado (esto incluye un seguro) y además tengo un seguro particular. No hay, por lo tanto, problemas “morales” para el guía. Pero no creo que la cosa fuese por ahí y no deja de sorprenderme leer en el comentario que los guías no quieren que se les acerque nadie, así no tendrán que ayudar en caso de necesidad. Ufff, ¡cómo esta ya la humanidad! (*).

En segundo lugar tenemos el planteamiento básico de ¿quién sigue a quién? Si yo estoy en un museo, entro en una sala y hay un guía recitando sus conocimientos a un grupo, ¿me he de ir de la sala? ¡Faltaría más!

¿Quién se aparta? ¿Les molesto a ellos porque (supuestamente) les sigo o son ellos los que me molestan a mí porque van delante y no se apartan? ¿Quién molesta a quién?

¿He de acelerar un buen rato, rompiendo mi ritmo (que ya tengo añitos) para adelantarles y así no perturbarles? ¿O he de pararme en mi recorrido continuamente, sacrificando mi horario, para no acercarme demasiado y molestarles?

Como bien explico en el post, a quien se le pegaron dos (y bien pegados, ya que eran totalmente dependientes) fue a mí. Y no dije nada. Hago mucha bicicleta de montaña y de carretera. Cuando en un puerto se me pega alguien chupando rueda no digo nada. Sigo tirando y a veces hasta acabamos hablando, algo que es muy agradable.

Como también puede leerse, esta era mi octava ascensión al Aneto. Tengo además otras ascensiones por la misma ruta, ya sea para subir al Coronas, para hacer la Cresta del Medio (Maldito, Astorg, etc.) o Maladeta, y varios días en que me he dado la vuelta por mal tiempo. Hasta tengo subidas con esquís. ¿Cómo el guía me puede decir que estoy chupando rueda? Es todo un insulto.

Vamos dados si las empresas se apropian de las montañas aunque sea por unas horas para desarrollar sus acciones comerciales, creando un territorio propio que nadie puede pisar, ni tan siquiera aproximarse a él. Viendo como se utiliza la crisis actual para robarnos todo lo público, ya solo me falta que tenga que subir al Aneto al ritmo que me diga una marca comercial. La montaña, de momento, es libre. Voy donde quiero, la subo cuando quiero, con quien quiero y como quiero. Nadie me puede poner la mínima traba. Pero, ¿quién es un guía para ordenarme nada? ¿Se cree que la montaña es suya?

Y si una empresa tiene problemas con esto, lo que ha de hacer es dedicarse a buscar otros espacios que no sean los públicos para sus acciones comerciales y así no molestar a los que subimos montañas por amor al arte, el deporte auténtico.

Cuando Edurne llegó a la cumbre yo ya llevaba rato disfrutando de ella, una vez más, viendo todas esas montañas que envuelven la tierra de mis padres y de mi mujer.

De acuerdo a los criterios que plantea el comentario ¿tendría que haber recogido los trastos al llegar el grupo y largarme para no estropear “su momento" (comercial)?. ¿Y si resulta que fueron ellos los que me estropearon “mi momento" (no comercial) de paz y tranquilidad?


Lamento que se ofenda nadie porque opine que el guía planteó el tema muy mal. Sencillamente no hubo diálogo. Ese es el problema. Me vino a dar órdenes y punto. Y si algo tengo claro después de tantos años en este mundo, es que a mí, al menos en la montaña, nadie me ordena nada y menos cuando no me lo dicen bien. Impresentable.

Y si Edurne no hubiese estado en el grupo la respuesta habría sido otra y no la de callarme como hice (lo único que dije socarronamente fue: “¡Hombre, un día que por un rato no voy solo, me ordenan ir solo!” y “Tranquilo, no hay problema”). Aceleré el paso y los dejé atrás. Obviamente no me hizo falta seguir a ningún grupo para alcanzar una vez más esta cumbre.

No creo que puedan tener queja de mi actitud. Yo sí la tengo.



(*) Me explicaban este verano que en el Cervino, en el tramo superior que lleva a la cumbre, en el que hay hierros para asegurarse y que en algunos tramos soportan las cuerdas fijas, pueden ya verse cosas increíbles.

Algunos se han encontrado que utilizando estos seguros, es decir metiendo cintas expres, se han cruzado con una cordada con guías que bajaba, mientras ellos subían. Pues bien, estos angelitos iban soltando todos los seguros que había ido poniendo la cordada que subía, para así no comprometer a dos cordadas en el mismo seguro. Naturalmente preferencia para la cordada de los guías y desprecio para el que no paga. La montaña, en este caso el Cervino, es ya suya. ¿Qué pasaría si alguien actuase a la inversa, deschapándoles a ellos? ¿Con que cara se queda un primero de cuerda mientras ve como por debajo le van quitando todos los seguros que ha puesto?


Arriba: Una foto que ya tiene años, plantando los esquís antes de cruzar el Paso de Mahoma (cumbre del Aneto).

Desmontando la sanidad pública


Estaba el otro día sentadito en una oficina de correos, esperando mi turno para recoger una carta certificada que me remitía la Seguridad Social. Y es que había descubierto que en mi historial de cotizaciones a la Seguridad Social había tres años en blanco, sin cotizar, algo imposible. Un tonto baile de números había llevado a este “pequeño error” (eso me dijeron), que podía tener consecuencias sobre el cálculo de mi futura pensión. Aconsejo a todo el mundo que se mire muy bien estos números.

Pues esperando en Correos oí un comentario entre dos trabajadores de la oficina. Uno indicaba que nunca votaría derecha, ya que como trabajador no era tonto y no iba a votar a quien le podía machacar (Correos podría ser privatizada parcialmente por el PP). Quería votar izquierda, pero como el PSOE le había bajado el sueldo, quería pasarle factura. ¿A quién voto, que sea de izquierdas?, preguntaba, como si no hubiese ya nadie más en este mundo. Y el otro empleado, ni corto ni perezoso, le contestó “mujer, puedes votar a CiU (Convergéncia y Unió)”.

Se me cayeron al suelo (no hace falta decir el qué). Vaya lío mental que tienen algunos. A esto se le llama vivir en el limbo.

Vieno esto a cuento de lo que ya he comentado en algunos posts anteriores. Gracias a la crisis vamos viendo como muchos partidos y agentes económicos se van quitando la careta y los disfraces que han mantenido durante años. Ya no necesitan despistar. Como ya no encuentran barreras a sus sueños más reaccionarios, ya dejan ir su discurso sin ningún temor. Lo vimos ayer con la CEOE. Quiere más despido libre, el copago sanitario, enseñanza privada y hasta pide cargarse ya derechos constitucionales, como el derecho a la huelga. O sea, volver al franquismo en el que nadaban tan felices. La deriva fascista que comenté ya en su día.

Lo mismo pasa con CiU que ha camelado con su catalanismo (siempre falso, viendo ahora lo fácilmente que se pone a los pies del PP) a parte del electorado catalán.

CiU ahora se ha quitado la careta y nos muestra su semblante más rudo, puro neoliberalismo en su sangre, que supera incluso a lo más rancio del PP. Tanto es así que pretende ir más lejos que los Peperos en la privatización de la Sanidad y la enseñanza pública. Dos caramelos que pueden llenar muchos bolsillos de empresarios.

Y ahora ya no lo esconden. Cuando en estas últimas semanas hemos visto como se atacaban los presupuestos de la Sanidad Catalana, como se cerraban camas, quirófanos, ambulatorios, servicios de urgencia y ambulancias, y se intentaba rebajar otra vez el salario de los trabajadores de la sanidad, todos intuíamos que lo que había detrás era un proyecto descarado de desmontar la Sanidad Pública.

Pues aquí está el plan que persiguen que ayer se puso al descubierto y recomiendo leerlo para que empecemos a darnos cuenta de quien es CiU y que pretende hacer con nuestros hospitales y escuelas públicas (y muchas más cosas que seguirán, ya que la avaricia por quedarse todo lo que es público no tiene límite). Y que aprendan en otras autonomías lo que les puede caer.

La indignación es enorme. ¿Aprenderá ese empleado de correos que CiU no tiene nada que ver con la izquierda y mucho que ver con la derecha más rancia?

Vote usted derecha y catalanismo (y además del falso)… y verá lo que le pasa.

Por cierto, la carta de la Seguridad Social me remitía únicamente los números arreglados, sin la más pequeña nota de disculpa por el error. Sólo estaban los papeles con los números. Amables que son.

Banksters


Me encanta que los americanos hayan encontrado la palabra perfecta para denominar a los banqueros (que no son precisamente los bancarios, o sea los currantes del banco). La palabra es banksters, producto de la unión de "banker" y "gangster". Un buen acrónimo que lo dice todo.

Por si no teníamos obras de arte suficientes creadas por esta gente, producto de su aguda avaricia, que no de su inteligencia, ahora tenemos otra más.

Como ya todo el mundo sabe el Euríbor es un índice de referencia publicado diariamente que indica el tipo de interés promedio al que las entidades financieras se prestan dinero entre ellas en el mercado interbancario del euro. Se calcula usando los datos de los 44 (creo) principales bancos europeos, y su valor mensual es el utilizado básicamente como referencia para los préstamos bancarios.

Por lo tanto si nos hacen un préstamo hipotecario nos dirán por ejemplo que el interés será Euribor + 0,50 %. Esto significa, en teoría que el banco se ganará el 0,50% en el préstamo (más las comisiones), ya que el Euribor será neutro(*), menos lo que pague de margen a quién le ha dejado el dinero (el banco es un intermediario).

Es decir, por ejemplo:

Hipotecado paga: Euribor + 0,50 %
Prestamista al banco cobra: Euribor + 0,12 %
Por lo tanto el banco gana +0,38% más las comisiones.

Pero… los hay listos. ¿Qué pasa si falseamos el Euribor? Como hemos visto antes se forma con el promedio de los datos que envían cada día muchos bancos. Por lo tanto si se comunican tipos superiores a los reales, acabaremos creando un Euribor más alto (y falso). El banco cobrará más a los hipotecados pero no es verdad que este pagando ese Euribor a quien le deja el dinero. Tenemos por lo tanto un beneficio adicional.

Pero lo increíble es que parece ser que la estafa es global. El Libor (Londres) también estaría manipulado e incluso el Tibor (Tokio). Lo de banksters se va quedando incluso corto.

Puedo asegurar que las investigaciones al respecto quedarán en nada. Quien manda, manda.

Ver la noticia.

(*) Esto tampoco es así, ya que el Euríbor tiene diferente precio según el plazo. No es lo mismo prestar a un mes que a un año. Evidentemente pediremos más interés en los plazos largos porque hay más riesgo. Si el banco toma prestado a corto plazo y presta a largo plazo (hipotecas) aquí tiene un negocio adicional por la diferencia de tipos. El problema para el banco será el de renovar constantemente en períodos cortos los préstamos que ha ido tomando. Esto es lo que le ha ocurrido a la banca española con la crisis. Prestaba en hipotecas a 20,30 y 40 años y tomaba el dinero a un año. Cuando la crisis, en el 2008, hundió la confianza entre bancos, la banca española se quedó con el culo al aire al no renovarle los créditos la banca extranjera.

El BCE tuvo que salvar la situación. Problema de liquidez primero, al que luego ha seguido el de insolvencia, ante la creciente morosidad de los hipotecados. Un agujero negro que no toca fondo.

lunes, octubre 17, 2011

En el Aneto (8ª ascensión). Edurne Pasaban andaba por allí.


¡Cuántas emociones este fin de semana! Después de muchos años, demasiados, volvía a pisar el suelo de La Renclusa y así ver a Antonio Lafón, el guarda de este histórico edificio del Pirineo, que ha seguido siempre siendo un gran amigo en el recuerdo, a pesar de los años transcurridos, en que no hemos dejado de saber el uno del otro mediante terceras personas.

Pero todo llega. Subí a La Renclusa de nuevo el viernes. El objetivo era subir a la Espalda del Aneto (pasando por la cumbre del Aneto una vez más), única cumbre importante que me queda por subir en La Maladeta. A pesar de los muchos tres miles que llevo no soy propiamente coleccionista, pero puestos a subir una cumbre, elijo las que tengo pendientes, como he hecho estas últimas semanas.

Impactante fue encontrarme con el refugio remodelado en el 2006. Esta ya no es mi Renclusa, como ya no lo será Goritz cuando acaben las obras, o no lo es ya el Forcau, un pequeño y delicioso refugio que se convirtió de golpe en un monstruo.

Y por si no fuese suficiente con esto, se añadía el hecho que Edurne Pasaban subía el mismo día, el sábado, al Aneto, en una excursión comercial patrocinada por Goretex, firma que ha contratado recientemente a Edurne.

Me recibió al llegar David, el hijo de Antonio, al que no había visto desde que era pequeño, pero al que había seguido en la prensa, ya que competía nacionalmente, con un alto nivel, en esquí de fondo. Y es que David ha sacado la capacidad física de su padre, la fortaleza del cual ya había tenido ocasión de comprobar, especialmente subiendo a la Maladeta con esquís. ¡Cómo tiraba Antonio!

La reforma de La Renclusa, dentro de todo, ha quedado bien, ya que el edificio antiguo se perfila intacto, aunque le han añadido un cobertizo en la puerta de entrada, que sigue en el mismo sitio, así ahora a la gente no le caen al entrar chuzos de punta después de una nevada. Se ha anexionado una nueva nave, formando una ele, que aloja cocina (¡quien me iba a decir que vería una gran cafetera en La Renclusa!), comedor y una pequeña sala de estar. La despensa ahora es enorme, con una gran nevera. Todo alimentado con un enorme generador colocado en el antiguo refugio invernal (esto sí que me duele, ya que ahí he pasado agradables noches), con el ruido y olor del cual el refugio ha pasado a mejor vida. Total, que ahora La Renclusa tiene incluso hasta duchas de agua caliente.

Nada más llegar Antonio me invitó a una cerveza y a un jamón estupendo que rápidamente cortó para celebrar el reencuentro. Poco rato después llegó Edurne con su séquito, es decir las chicas de diferentes países que habían sido elegidas por Goretex (a través de un proceso de selección popular en Facebook) para acompañarla en una ascensión al Aneto. Se añadía al grupo un guía contratado para la ocasión, una periodista, un fotógrafo y alguna persona más.

Pude hablar y hacerme una foto con ella. Aproveché la ocasión para que me firmara su libro, que no olvidé colocar en mi mochila. Encantadora, tal como me imaginaba.

Cené con Antonio y su familia, recordando muchísimas cosas, como el día que en la norte de la Chardonnet salimos de un buen apuro dando su matrícula de radioaficionado a través de un aparato de FM con el que solicitaba ayuda de helicóptero, ya que un compañero de cordada se había accidentado. No nos hacían caso (y se iba haciendo de noche) hasta que recité el código salvador. Gracias mil a Antonio por aconsejarme llevar encima una emisora de FM, que pesaba lo suyo, comparado con los aparatos actuales. Ahora ya llevamos otras cosas aún más eficaces, como el Spot que va siempre en mi mochila y que me conecta vía satelite.

Dormí en la última habitación del piso superior, que coincidía con el sitio, más o menos donde dormí mi primera noche en La Renclusa. Año 1967, día de San Lorenzo, nada más y nada menos (la última ascensión es de 1986, hace ¡25 años!). Veía la luna a través de una pequeña ventana que se asomaba al inclinado tejado del edificio, de forma que su luz daba en mi litera. Perfecto y romántico.

Pero no pegué ojo. Demasiados recuerdos. Por un momento pensé que al día siguiente no podría dar un paso y la realidad es que el motor no funcionó como otros días, pero dio al menos para llegar a la cumbre del Aneto.

Mi plan era ir muy rápido, llegar a la cumbre del Aneto, seguir sin parar hasta la Espalda y volver rápidamente para contemplar la llegada del grupo de Edurne a la cumbre, ya que imaginaba, como así fue, que tanta gente junta no iría muy rápida. Pero una cosa son los planes y otra la realidad.

Salí cuando lo hacía el grupo de Edurne (y mucha gente más, ya que el Aneto es una romería casi todo el año), en plena noche aún, a las seis treinta, aproximadamente.

La gente fue adelantando ya que el grupo Goretex no iba muy rápido. Yo, de momento, como vi que no iba muy fino, me puse detrás de Edurne, que cerraba el grupo.

La subida al Portillón inferior es monótona y en este caso fue más bonita que en otras ocasiones, ya que la niebla cubría la parte inferior del valle.

Cuando empezó a amanecer (hora y media después) el fotógrafo contratado para la ocasión se colocó cerrando filas y yo seguí al paso.

Fue en ese momento cuando dos personas se me pegaron. Les habían dejado atrás los de su grupo, y no tenían ni idea de por donde iba la cosa. Lo cierto es que todos salimos ganando de esta coalición porque llevaban agua suficiente y a mi se me había soltado la boquilla del CamelBack y había perdido casi la totalidad del líquido. Vaya tontería. Al bajar Antonio, tan tradicional como siempre, me recordó riéndose mucho, que a las cantimploras no les pasan estas cosas.

En una parada, ya en el Portillón inferior, les comenté que iba a pasar al grupo de Edurne, ya que iban lentos. Me dijeron que vale, que no había problema y en ese momento vino lo divertido del día (mejor es tomarse estas cosas a broma), ya que lo triste y grave vendría después.

Edurne, había contratado para la ocasión a un guía del valle, de forma que solo dos personas expertas acompañaban al resto (mucho menos experto por lo que vi) del grupo.

Pues en ese momento el guía me vino a ver mientras me comía una barrita y mis colegas virtuales me daban líquido, y me vino a decir que él era un guía y que como tal se ganaba la vida llevando la gente a la montaña y no aceptaba que nadie le siguiese y chupase rueda y que con las fotos que iba haciendo ¡CUIDADÍN! Sí, sí, dijo eso, ¡CUIDADÍN!

Lo bueno es que había estado hablando con él en la cocina de La Renclusa y le había dicho que era mi octava ascensión. ¿Mala memoria?

¿Cómo iba a chupar rueda habiendo subido tantas veces al Aneto? No quise cabrearme y le dije que OK, no problem tío, que eres un fiera, total ya les iba a pasar. En esta vida a veces es mejor callarse y ni tan siquiera replicar desfachateces tales.

Dicho y hecho. Hasta opté por subir al Portillón superior por un recorrido más alto, (sospechando acertadamente que ellos irían por el recorrido bajo) para así evitar otro encuentro en la tercera fase con grupo tan selecto.

Mis compañeros virtuales sudaron de lo lindo, ya que la traza elegida, cuando llegas al Portillón, requiere un pequeño desgrimpe. A mi me salvaron de la deshidratación.

Pasamos el Portillón y apareció el Aneto al fondo, presidiendo un desolador espectáculo. Antiguamente cuando pasabas el Portillón ya te ponías poco después los crampones (bueno, he hecho muchas ascensiones al Aneto y otras cumbres sin ponérmelos, porque con la amplia traza que hay siempre y con buena nieve, no hacía falta utilizarlos, aunque el piolo sí que lo he llevado siempre), pero ahora el glaciar ha retrocedido tanto que hasta que llegas a la nieve hay que recorrer una zona de bloques, demoledora para el cuerpo. ¡Con lo cómodo que era antes!

Se alargó tanto el trayecto hasta llegar al hielo (nada de nieve) que pensaba que llegaba ya al Collado Maldito. En este trayecto mis colegas aceleraron y se separaron ligeramente. Viendo que tenían el Aneto a la vista, pensaron que Joaquín ya no les hacía falta. Ya se sabe, en esta vida te utilizan cuando conviene y cuando no te tiran como un pañuelo. Yo seguí a mi ritmo y empecé a pensar que sin agua y mal dormido lo tenía crudo y como mínimo la Espalda del Aneto quedaba para otro día, como así fue.

Llegué al hielo y ahí me puede percatar de lo que ha ocurrido estos últimos años. Aquello era una auténtica pista de patinaje sobre hielo. Un auténtico vidrio en el que los crampones pillaban lo justillo. Encima me había llevado de los cuatro pares que tengo los más chicha y nabo que tengo, pero que no pesan, pensando que “para un Aneto son suficientes”. Pues bien, en la mayoría de mis ascensiones por los Alpes nunca me he encontrado tamaña porquería. Además me imaginaba una caída. ¿Se clavaría el piolo en semejante cemento? ¿Frenaría? Las dudas me producían un cierto yu-yu.

Me puse mis livianos crampones, piolet en mano derecha, como corresponde al trazado y empecé a subir, encontrándome tras unas rocas a mis excolegas, que se estaban sacando los crampones (les habían ayudado a ponérselos, ya que no tenían ni idea). Se habían adentrado en el hielo y rápidamente vieron que aquello les iba muy grande y además ¡no llevaban piolet! No me había percatado de ello. Una buena negociación y conseguí que me dieran una de sus botellas de agua ya a medio consumir (menos mal que llevaban el líquido en botella de plástico desechable).

Seguí solo hasta alcanzar la parte superior del trazado que va a buscar el filo de la gran rimaya que se abre bajo la Cresta del Medio. No es el trazado correcto. De hecho lo había seguido en muchas ocasiones para pasarme por Collado Maldito al regreso de la cumbre.

Me uní por un rato con un grupo de cuatro personas. Les hice una foto y les pedí que me hicieran otra. Me dirigí a ellos en catalán, y rápidamente corregí al castellano, pero me dijeron que tranquilo que eran de Valencia, menos este, me dijeron, que es de Castellón, pero habla el catalán mejor que nosotros.

Este trazado busca tener un tramo del recorrido un poco más seguro, ya que es un poco amplio y no hay hielo, lo que se agradece enormemente. Pero tiene su contrapartida, ya que has de bajar para llegar bajo el collado de Coronas y esa bajada estaba enormemente mal, ya que era un hielo mezclado con tierra, un tramo que en bajada hay que mantenerse alerta.

Y más aún. Lo normal es que el trazado por la mezcla de hielo y nieve en la pala final, la más pendiente, sea un recorrido que hace zetas. Pues no, todo un recorrido directo hacia arriba, exigente a estas alturas, cuando ya llevas horas dándole al pedal.

El grupo de Edurne venía lejos. Este último tramo lo hice con un grupo de simpáticos rusos (dos chicos y tres chicas) afincados desde ya hace diez años en Barcelona. Habían alquilado todo el material y a las chicas les iba justillo el tema. Llegué a la parte superior, a los últimos cien metros en roca, donde se notaban los efectos de la pasada nevada y allí dejé todo menos la cámara de fotos y me abrigué, ya que soplaba una ligera rasca. Arriba me crucé con los valencianos, que bajaban, ya que habían subido mucho más rápido.

Pasé el Paso de Mahoma solito, mientras las rusas se lo miraban, con la emoción contenida una vez más, recordando la primera vez que lo crucé, cuando aún no escalaba y aquello me parecía algo serio. Y es que el Aneto es el Aneto y fue durante mis años de infancia el Everest soñado.

Estuve en la cima durante un rato charlando con la única persona que me encontré, que era catalán. Repasamos todo el horizonte. Da gusto cuando encuentras una persona que lo conoce tan a fondo, ya que puedes compartir las dudas en la identificación de las pequeñas cumbres. El día era muy bueno, pero todo el sur estaba cubierto de nubes (el Cotiella emergía como una isla en medio del mar de nubes), cosa rara, porque lo normal es que las nubes estén en el lado francés y en España luzca un radiante sol.

Llegaron los rusos (surrealista esto de alcanzar la cumbre del Aneto oyendo ruso) y se instalaron en un vivac que hay en la cumbre, más al sur. Por cierto la Virgen del Pilar que había en la cumbre ha desaparecido y solo queda el pilar.

Me esperé a que llegarán Edurne y CUIDADÍN (evito dar su nombre) con su séquito.
Profunda alegría ya que alcanzaron la cumbre todas las chicas del grupo. Objetivo cumplido.

Hice fotos y al final me ofrecí a hacérselas a todo el grupo, incluyendo al fotógrafo, que el pobre se quedaba sin recuerdo. No soy rencoroso.

Y es en estas ocasiones cuando uno es testigo de los diferentes conceptos de la montaña que tenemos, como me ocurrió una vez en la cumbre del Algas. Lo importante para el grupo de Edurne era cumplir el objetivo, fotos con logos y media vuelta. Negocio contratado, pacto cumplido, y a por otra cosa mariposa. Este es el lado oscuro de la montaña como profesión, que no tiene nada que ver con la montaña como deporte amateur. ¿Miraron el horizonte? ¿Respiraron profundo tan solo un momento?¿Se dieron cuenta que el cielo era azul?¿Se relajaron unos minutos? Nada de eso. Materialismo opuesto a romanticismo, víctima de los tiempos que corren. Hicieron cumbre como se hace en un 8.000, donde la cima es un punto de rebote, mitad del recorrido. Para mí, y otros muchos, la cima es algo sagrado, es un hito, algo que merece otra consideración. Puntos de vista muy diferentes.

Y me fui para abajo junto con mi colega catalán temporal. Visto como estaba el terreno, las alianzas nacen solas. La pala estaba mejor que al subir. El séquito de Edurne había machacado el recorrido. Gracias.

Poco después de iniciado el tramo que lleva bajo el collado de Coronas vi una persona en el trazado y dos compañeros que salían corriendo (en la medida de lo posible) hacia abajo. Cuando llegué a su altura comprobé que era el grupo de valencianos. Me explicó el que se había quedado arriba que uno de los compañeros (luego me enteré que era el de Castellón) se había caído por la pendiente y sin saber pararse con el piolet había llegado hasta las piedras finales (cuando el glaciar tenía otras dimensiones, las piedras quedaban muy, pero que muy abajo) a toda velocidad. Al ver que no emitía ninguna señal habían decidido bajar. Me ofrecí a llamar al 112 con mi Spot (¡menudo susto para mi mujer, al ver un SOS en su teléfono –que lo recibe en paralelo al del 112-, pero si era necesario había que hacerlo), pero me dijo que había cobertura teléfonica en el glaciar y que ya habían llamado, sospechando que se había hecho mucho daño.

No me imaginaba que llegando ya al final de mi recorrido en hielo, me iba a pasar lo mismo. La sombra (el sol ya va muy bajo) de la Cresta del Medio inundaba ya gran parte del recorrido, helando la nieve caída días atrás. Merengue helado, una costra que se rompía y debajo de ella aparecía el hielo duro y puro. Y en una de esas la costra, mucho más fina, cedió y al bajar el crampón no se clavó bien y se me fue el pie y décimas de segundo después estaba deslizándome pendiente abajo, que en este tramo, por suerte, no es tan acusada como en otros. Rápida reacción echándome sobre el piolo, evitando primero bajar de cabeza (pesa más y te deslizas enseguida con la cabeza por delante) y controlando la bajada. Un segundo de angustia porque como me temía el hielo-cemento impedía una buena clavada y finalmente me paré. Tan solo ocho metros, pero toda una eternidad. En el fondo, mira por donde, un ejercicio práctico que da seguridad.

Mi colega, más joven, iba más rápido, así que nos separamos y ya bajé casi solo, siguiendo el mismo recorrido, ahora del Portillón Sup. al Inf., por la ruta más baja, ya que no tenía que preocuparme de encontrarme con CUIDADÍN, que había elegido para bajar la ruta que desciende por el glaciar y que va a buscar un colladito al sur del Pico de La Renclusa, para pasar de nuevo por el refugio.

Más abajo del Portillón Inf. fluía agua por doquier. Obviamente, con la sequía que hay la procedencia del agua debe ser del deshielo permanente al que esta sujeta toda la zona (si el glaciar del Aneto está moribundo el de Maladeta está terminal).

Pero la temperatura estaba descendiendo y había agua helada por encima de muchas piedras. Verglás de ese transparente que no se ve. Me pegué un leñazo de narices quedándome en el lado izquierdo de la zona torrencial y después no había forma de volver al camino, ya que estaba todo helado. Así que tuve que apañármelas para bajar fuera de traza, lo que me retrasó muchísimo.

Cuando pude cruzar el torrente y recuperar el camino normal, ya estaba relativamente cerca del refu. Anochecía y pensé que por pocos minutos tendría que sacar la frontal, pero una chica, que iba sola, me llamó desde arriba y me pidió que la esperara. En realidad no iba sola, pero lenta que era la habían dejado al albur. Un grupo de amigos ejemplar, pensé. Le pregunté si había alcanzado la cumbre y me contestó que solo había llegado hasta el “iceberg”. Quería decir el glaciar, claro. Visto esto uno ya se imagina la diversidad de personas que acuden a las faldas de esta montaña y de la falta de nivel que hay. Los accidentes (de muy diferentes tipos) están servidos, por pura estadística.

Llegué a La Renclusa un poco antes de que partiese Edurne y sus chicas y poco después CUIDADÍN nos largo un saludo de despedida a la cocina, donde estaba sentado con Antonio explicándole los avatares de la jornada. En ese momento me enteré que el accidente había sido mortal (fractura de cráneo al entrar de cabeza en las piedras). Mi más sentido pésame para la familia de este joven. Se produjo otro accidente por el estilo, con fracturas en un brazo, pero la persona accidentada había bajado por su propio pie. Tuvo suerte.

El domingo me levanté tarde y estuve charlando en la cocina con David mientras arreglaba el comedor. David, como su padre, es una excelente persona.

La temperatura había bajado mucho y hacía ya un fresco más propio de este tiempo. Hice fotos al refu y me hice una foto en la puerta con David y con el ayudante que tiene, Adrián, un argentino muy simpático.

¿Volveré a la cumbre del Aneto? No sé, ya que la Espalda del Aneto sigue pendiente, aunque puedo hacerla por Barrancs y en mayo-junio, claro, época en que esta montaña aún parece ser lo que era antes. En otoño (incluso final del verano) tengo claro que no me pillarán ya en ningún glaciar moribundo (lo son todos) del Pirineo. Es un “patiment” que decimos en Catalunya y a estas alturas la montaña en malas condiciones no entra en mis planes.

Fotos (click en las fotos para verlas a mayor tamaño) con todo el cariño para CUIDADÍN, con vídeo incluido.
Arriba: en la cumbre del Aneto una vez más.
Abajo:
1-2) El grupo Goretex llega a La Renclusa.
3) Con Edurne en la puerta del refugio.
4) Empieza el trabajo mediático.
5) Tertulia en el monumento próximo al refugio.
6) Con Edurne en el mismo sitio.
7) Carolina, la nieta de Antonio Lafont.
8) Antonio, su nieta y Edurne.
9) Calzándose las botas. Salimos todos juntos a la misma hora. Cosas de tocar diana a las 5.30 h
10) El grupo Goretex organizando la salida.
11) Subiendo al Portillón.
12-15) Un descansito ya próximos al Portillón. Amanece.
16) Composición con tres fotos del fondo del valle.
17) ¡Por fin! El sol.
18) Primera visión del Aneto y del desastre ecológico: un glaciar moribundo.
19) Edurne posa con sus chicas.
20) Una buena vista desde el Perdiguero hasta el collado de Gourgutes.
21) Dejo atrás al grupo Goretex.
22-23) Portillón superior por ambas vertientes.
24) Primer contacto con el hielo. La foto me la hace el grupo de valencianos que tuvieron el accidenten y aparecen en la siguiente fotografia. Este era el tramo cómodo.
25-26) El grupo que se accidentó. La segunda foto está tomada en el tramo de descenso bajo el collado de Coronas. Una guarrería de hielo.
26) En esta foto puede verse mejor el tramo. Supongo que por aquí Edurne ni se entera, acostumbrada a las morrenas de los grandes glaciares del Himalaya.
27) De nuevo subida a buscar la pala final.
28) Antes y desde el Paso de Mahoma. Puede verse en lo alto, en la rimaya blanca al grupo de Edurne.
29) Las chicas antes de pasar el paso.
30) En la cruz, cara al nublado sur. Contraluz.
31) El Cotiella emerge como una isla en el mar de nubes.
32) Vista hacia el Posets.
33) Vista de la cresta hacia el sur: Espalda, Tempestades, Margalida, Rusell, cresta de Salenques y un poco a la izquierda el Mulleres.
34) Aparece Edurne cerca de la cumbre ya.
35-39) Fotos en la cumbre del grupo saboreando la victoria.
40) Las chicas en el paso de Mahoma, en el regreso.
41-42) Regresando en el glaciar.
43) Cresta del Medio. Esto ya no es una rimaya, esto es un rimayón. Aquí es donde puede verse de manera más descarnada lo que ocurre.
44) El helicoptero buscando al herido por la parte alta, cuando estaba mucho más abajo.
45) Con David en la puerta del refu. Me hice otra con Adrián pero ha salido movida.
46) El pequeño refugio invernal, convertido en fuente de energía.
47) El moribundo glaciar de Maladeta desde el refugio.
48) La Renclusa versión 2006.0.
49) Y la enorme cocina, con David a los mandos de la cafetera. Todo un lujo a estas alturas.






 
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